No tienes porque aguantar

Creemos que el que más aguanta es el más fuerte, el más capaz, inteligente y productivo, pero no, el que más aguanta es el que más se descuida a sí mismo, por una necesidad precisamente, de demostrar que es capaz, fuerte e inteligente quizás.

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La realidad es que no tienes que esforzarte por demostrar tu capacidad a nadie, tampoco por demostrar qué tan productivo o inteligente eres, más bien, necesitas enfocarte en cuidarte, en hacerte tu prioridad y soltar aquellas cargas que no necesitas, que no te corresponden, o que no quieres llevar más.

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Te confieso que mucho del origen de la ansiedad que veo en los demás es por un cansancio acumulado de aguantar con todo: emociones, responsabilidades adquiridas, presiones, corajes, abusos, injusticias... y mucha de la tensión que se genera en la ansiedad, es precisamente para ayudarte a generar los cambios necesarios que te pongan en una realidad más amable contigo y acorde a tu cuerpo, a tus emociones y necesidades.

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Si dejaras de considerarte a ti mismo una grúa invencible que aguanta con todo