Navidad con ‼Ansiedad‼
Diciembre es como un domingo extendido
Recientemente me di cuenta que diciembre lo podemos sentir como un domingo extendido. Lo que sucede, tanto en los domingos como en diciembre es que nos enfrentamos de forma más directa a nosotros y nuestras vidas; al hacer esto, podemos descubrir cosas que no nos gustan y magnificarlas con una mirada de juicio y comparación.
En esta época del año, también aumentan los compromisos familiares en los que muchas veces no queremos involucrarnos, mezclándose con ausencia de planes o facilidades económicas para hacer lo que realmente nos gustaría.
También son momentos donde algunos salimos de la rutina y descansamos, y para quienes traen un cúmulo de estrés, en este proceso puede aumentar aún más. Y sin mencionar que las dinámicas familiares se desequilibran precisamente por la falta de rutina, como por ejemplo, tener a los hijos en casa por las vacaciones escolares o al papá que normalmente está en el trabajo.
Pero sobre todo, tanto en los domingos como en diciembre, nos enfrentamos directamente a reconocer cómo nos sentimos y, si estamos atravesando por momentos de tristeza, ansiedad, duelo o algún otro problema, este se puede magnificar si nos juzgamos o comparamos con la expectativa social de lo que tendrías que estar viviendo, haciendo y sobre todo, sintiendo en estas fechas.
Además de todo esto, pregunté en nuestra cuenta de Instagram, ¿Por qué creían o sentían que en diciembre aumentaban sus niveles de estrés y ansiedad? Estas son las principales respuestas:
Las exigencias de cómo tendríamos que pasar esta época (las ideas que tenemos de lo que debería de ser)
Pensar que todo mundo está celebrando y tú no
La presión económica por comprar cosas o salir de viaje
Tener que comprar regalos, no saber qué le gustará a los demás o no tener el dinero suficiente para comprarlos
La evitación de convivir con la familia o el que haya muchos conflictos con ellos
El tratar de darle gusto a todo mundo y tratar de asistir a todos los compromisos Ver: Relación entre ser amable y ansioso
Pensar que las familias de los demás son más pacíficas que las tuyas
Recuerdo de algún familiar que no puede acompañarte en estas fechas
Estar trabajando y sentir que eso te impide disfrutar de tu familia
Estar lejos de tu familia
Estar en algún lugar tú solo
En algunos lugares, el frío y falta de luz
El tema de la comida… ya sea porque no quieres subir de peso, porque estás a dieta, porque se te pasa la mano, porque te da miedo tragar Ver: Cómo perder el miedo a comer y tragar
La incertidumbre del próximo año Ver: Mi cambio mental favorito para bajar la ansiedad anticipatoria
Presión por pasarla bien y cumplir con todos
Sentirse juzgado por los demás, como si fueras a una pasarela de ver qué tan bien te ha ido en la vida Ver: ¿Te preocupa no ir al ritmo de los demás?
La presión por sentirte bien para no echarle a perder la navidad a los demás
La presión de tener que salir cuando tienes agorafobia o miedo a estar fuera Ver: Agorafobia: Miedo a salir de casa
Ver que tu vida sigue igual y que la de los demás está mejor
Sentir que se acerca fin de año y que no cumpliste tus objetivos
Nostalgia de despedirse del año
El apuro y gentío en las calle
¿Qué puedes hacer para sobrevivir Diciembre?
Y no nada más sobrevivir, sino aprovecharlo a tu favor
Sé objetivo
Cuando te encuentres pensando en las vidas maravillosas de todos los demás, sé objetivo y recuerda que no todo es lo que se aparenta en redes sociales. Hay muchas personas en situaciones poco favorables y no, no todo el mundo está pasándola feliz con sus familias y de vacaciones corriendo por la playa.
Cuando pienses que todo el año anterior fue un desperdicio, que no obtuviste ningún avance, que estás mal por sentirte mal, o cualquier juicio que hagas hacia ti mismo, sé objetivo, ve también tus partes positivas, reconoce tus avances aunque sean pequeños y ve qué es lo que te tiene estando en medio de lo que no te gusta.
Aprovecha el golpe de conciencia para motivarte
Sí, diciembre puede ser un golpe de consciencia que te haga a ver las cosas que quizá no te gustan de tu presente, pero también puede ayudarte a ver tus áreas de oportunidad y lo que quieres mejorar.
En lugar de ver esto como un juicio severo, tómalo como una oportunidad para motivarte, renovar tu energía, empezar de nuevo o retomar lo que te interesa.La idea es que ante este “golpe de conciencia” puedas motivarte a generar cambios que te encaminan hacia donde sí quieres estar, en lugar de que te sientas incapaz de cambiarlo.
Define lo que quieres, toma las riendas
Imagina por un momento que eres libre, que puedes elegir cómo pasar este mes y las fechas importantes. Imagina que puedes decidir y que nadie se molestará por tus decisiones… ¿Qué harías diferente?
Haz un ideal de cómo te gustaría a ti pasar estas fechas, luego trata de adaptar tu realidad a ese ideal, lo más que puedas.
Trata de meter esas actividades que sí te gustaría en medio de las que tienes que hacer y que no te encantan, tampoco tienes que ser extremista, puedes considerar asistir al evento familiar, pero también organizar algo que a ti te guste.El punto es que reconozcas que sí eres libre, sí eres el dueño de tu vida y sí tienes derecho a elegir.
Ábrete a la honestidad y conexión real
Recuerda que lo que realmente buscamos como seres humanos es la conexión real, sentirnos vinculados y pertenecientes a un grupo. A veces en los grupos familiares pueden darse conversaciones que quizás no te interesan, pero también puedes abrir conversaciones de lo que sí te interesa.
También considera abrirte y ser honesto si hay momentos donde te sientas juzgado.Evita ir a las reuniones con actitud defensiva, tratando de ocultar lo que estás viviendo o siendo. Ve siendo auténtico y genuino, y seguramente que podrás conectar con algún familiar que está en la misma sintonía.
Y por otro lado, si te encuentras solo o aislado de tu familia, ábrete con las personas que tengas a tu alrededor, en tus redes sociales, organiza algo si es que así lo quieres, y trata de conectar emocionalmente con otras personas.
Olvídate de complacer a nadie, más que a timismo
Recuerda que los demás son responsables de sus propias emociones, de sus propias decisiones.
Si te nace dar tiempo, atención o algún regalo, que sea una decisión de corazón, desde el amor.
Recuerda que también puedes preguntarle a los demás qué es lo que realmente quieren o esperan de ti, pues muchas veces buscamos complacer sin saber realmente lo que el otro espera de nosotros ¿Qué tal que por ejemplo, tu abuela prefiere pasar ese día con sus amigas y tú piensas que quiere pasarla contigo, mientras que tú quieres pasarla con alguien más? Muchas veces sucede así, por eso hay que preguntar, hay que ver qué es lo que realmente queremos, luego hacer un plan para que puedas dar lo que sí te nace y estar contento con tus decisiones.
No caigas en la trampa del consumismo
Por el consumismo, aumentamos mucho de proporción estas fechas, eso activa en nosotros la sensación de carencia y falta de perfeccionismo, y claro, el mensaje de que la mejor forma de alcanzar la perfección es gastando dinero en las cosas que se te ofrecen como fuente de felicidad.
Por eso te recomiendo alejarte un poco de las redes sociales, apagar la televisión, evitar salir demasiado a los centros comerciales y más bien ir a lugares donde puedas contactar con la naturaleza, buscar actividades culturales, y como te decía, conectar emocionalmente con otras personas.
Ahí te darás cuenta que no te hace falta nada de lo que te ofrecen y que no hay carencia.
Recuerda que el tiempo es relativo
Yo sé que el calendario tiene un motivo de ser, y que los ciclos del sol y la tierra son importantes en cuanto a que nos ayudan a tomar energía para los nuevos inicios, pero no les des más importancia de lo que tienen, no es tu última oportunidad para cumplir propósitos, no es el tiempo donde se define todo.
Es un mes más, es una fecha más, en la cual sí puedes aprovechar para motivarte, más no es una sentencia no lograrlo.
Aumenta el autocuidado
Sobre todo estas fechas aprovéchalas, en caso de que tengas un poco más de tiempo, para ti, para aumentar el autocuidado...
Estírate en las mañanas, cierra los ojos, siéntete, suelta las tensiones, relájate, hidrátate bien, sal a respirar aire fresco, sal a caminar, nútrete como lo mereces y regálate tus antojos.De esta forma será más fácil atravesar por estas fechas, enfocado en cuidarte y amarte a ti primero.
Agradece, agradece, agradece
Yo sé que es difícil agradecer cuando nos sentimos mal, pero aún así, hay que hacer el esfuerzo de escribir lo que agradecemos de este año que termina, este ejercicio te ayudará a sentirte mejor a nivel emocional y espiritual, y será como vitamina para pasar estas fechas.Reconoce lo que sí eres, lo que sí has hecho, lo que sí puedes encontrar de positivo en tu vida, aunque sea una cosa, agradece algo de tu cuerpo, de tu realidad.
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