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Miguel Adrian Miranda Vega

Las causas de la Anorexia nerviosa

Existen multitud de teorías que intentan explicar su aparición, y la mayor parte de las mismas inciden en los aspectos psicológicos como los principalmente implicados. Sin embargo, los trastornos alimentarios también podrían tener causas físicas de origen bioquímico, y la disfunción serotoninérgica parece desempeñar algún papel.
las causas que provocan la anorexia

Causas biológicas

Las hormonas gastrointestinales desempeñan un rol importante en la regulación neuroendocrina de la ingesta de alimentos y en el sentido de la saciedad. La grelinaes una hormona que estimula el apetito: si no funciona correctamente puede ser una causa, así como también de la obesidad y de la anorexia nerviosa.

Estudios recientes muestran la influencia de los neuropéptidos de la tiroides y la disminución de la leptina, una hormona que controla el peso corporal, sobre la incidencia de la anorexia.61​ Por el contrario, otros muestran que la anorexia nerviosa está asociada con la osteoporosis en el 38-50 por ciento de los casos.

Se ha documentado la asociación entre la enfermedad celíaca y algunos casos de anorexia nerviosa. En algunos pacientes, la anorexia nerviosa se desarrolla antes de que se diagnostique enfermedad celíaca, por lo que algunos autores apuntan la necesidad de realizar una evaluación para detectar la posible presencia de una enfermedad celíaca no reconocida en todas las personas con trastornos alimentarios.

Actualmente, el 90% o más de los casos de enfermedad celíaca en los niños permanece sin reconocer ni diagnosticar, debido principalmente a que esta enfermedad cursa en la mayoría de los casos con síntomas muy variados que pueden afectar a cualquier órgano, sin síntomas digestivos e incluso sin ningún tipo de síntoma en absoluto.

​La anorexia como síntoma, entendida como la falta de apetito y la dificultad para comer debida a una sensación anómala de plenitud, de «tripa llena», es uno de los posibles síntomas digestivos que pueden desarrollarse como consecuencia de una enfermedad celíaca que no se diagnostica ni recibe tampoco tratamiento; otros síntomas digestivos que pueden aparecer en algunas personas con enfermedad celíaca sin tratamiento incluyen vómitos, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, reflujo, gases o distensión abdominal, que pueden estar presentes por temporadas con mayor o menor intensidad, con períodos de completa remisión e irse alternando en un mismo paciente.

En otros casos, la anorexia nerviosa aparece después del diagnóstico del trastorno celíaca,​ por lo que algunos autores sugieren la necesidad de hacer un seguimiento de los pacientes con enfermedad celíaca para detectar precozmente la aparición de síntomas relacionados con el desarrollo de una anorexia nerviosa, especialmente en el caso de las mujeres.

En general, todas las personas con enfermedades gastrointestinales presentan un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, principalmente restricciones en la alimentación. La presencia continuada de síntomas digestivos sin un diagnóstico ni un tratamiento efectivos o que los médicos no saben explicar ni manejar, y que el paciente relaciona con la ingesta de alimentos puede hacer que este acabe desarrollando ansiedad y aversión a la comida, lo cual puede provocar la aparición de alteraciones en las conductas alimentarias.

En los pacientes que reciben un diagnóstico y que necesitan llevar una dieta para poder aliviar sus síntomas digestivos, pueden darse dos situaciones que a su vez pueden desembocar en la aparición de trastornos alimentarios. Por un lado, determinados pacientes no tienen conciencia de la importancia de seguir estrictamente la dieta y siguen consumiendo por diversos motivos los alimentos que desencadenan sus síntomas, como por ejemplo para perder peso, tal como se ha documentado en algunos pacientes con enfermedad celíaca, con síndrome del intestino irritable o con enfermedad inflamatoria intestinal.

Por otro lado, los pacientes que sí están conscientes de la necesidad de seguir correctamente la dieta estricta pueden acabar desarrollando ansiedad como consecuencia de recaídas derivadas de contaminaciones accidentales, y preocupación por la existencia de contaminaciones cruzadas, especialmente en situaciones en las que no pueden supervisar la correcta manipulación y preparación de sus alimentos.

Causas sociales

Entre los factores que predisponen, influye la presencia de un miembro de la familia que esté sufriendo o que haya sufrido un trastorno alimenticio.

Otra causa que puede llevar al desarrollo de este tipo de problemas es el crecer en una familia donde existe una seria dificultad en la comunicación interpersonal y en la expresión de las emociones, en cuyo caso la anorexia puede significar una «comunicación sin palabras» para la familia (con varios aspectos de la protesta, de solicitud de atención, de manifestación de dificultades individuales o el sistema familiar en su conjunto).

En otros casos, el trastorno puede depender de problemas graves de autoestima significativos, posiblemente relacionados con la retroalimentación negativa y repetido por el sistema social, la familia o los amigos. Los trastornos alimenticios también pueden ocurrir como resultado de los delirios afectivos marcados, o problemas de relación graves en la pareja.

Otros factores de riesgo incluyen la pertenencia a ciertos grupos sociales en los que es importante el tema del control de peso (por ejemplo, los bailarina/as, gimnasta/s, ciclista/s y otros deportes profesionales), que viven en un área urbana de un país occidental, donde se enfatiza la delgadez como un valor social positivo, y el hecho de sufrir un trastorno de personalidad. Un papel importante es el desempeñado por los medios de comunicación, mostrando a las mujeres más jóvenes cánones de belleza que no se corresponden con su físico.

Causas psicológicas

Se ha afirmado que la mayoría de los pacientes presentan una personalidad previa a la aparición del trastorno, que predispone a ella, caracterizada por tendencia al perfeccionismo, baja autoestima y personalidad obsesiva. Por otra parte, la imagen que una persona tenga de sí misma puede ser un factor de riesgo si esta es negativa.

Rosa M. Raich dice en uno de sus libros: «El sentirse gordo es una de las causas más frecuentes que inciden en la aparición de trastornos alimentarios, y en realidad no es necesario que la persona presente un sobrepeso real, tan solo es necesario que piense que lo es y que esto le afecte».

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Referencias

Dostálová I, Haluzík M. (agosto de 2008). «The role of ghrelin in the regulation of food intake in patients with obesity and anorexia nervosa.». Physiol Res.

Legroux-Gerot I, Vignau J, Collier F, Cortet B. (2005) Bone loss associated with anorexia nervosa. Joint Bone Spine, 72 (6)

Tiggemann M and Pickering AS. (1996) Role of television in adolescent women's body dissatisfaction and drive for thinness Int J Eat Disord, Sep;20

Pereña Garcia F. (febrero de 2007). «Body and subjectivity: about anorexia nervosa». Rev Esp Salud Publica

Rosa María Raich Escursell: Anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios. Ediciones Pirámide, 2011.

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