top of page
miguelacan

¿Eres adicto a la infidelidad?


¿Eres adicto a la infelicidad?


La gente que es "adicta a la infelicidad" tiende a encontrar motivos para sentirse miserable, enfocarse en lo negativo y competir con otros sobre quién tiene la vida más difícil.

Una suposición básica del comportamiento humano es que la gente persigue el placer y busca evitar el dolor. Entonces, ¿por qué algunas personas parecen felices revolcándose en su miseria, incluso presumiéndola como si fuera algún tipo de medalla de honor? Incluso cuando se les dan pasos para mejorar sus vidas, parecen preferir continuar quejándose...


¿Será que hay alguna familiaridad reconfortante en estar insatisfechos que se vuelve un obstáculo para el cambio? Después de experimentar un poco de alegría, ¿por qué algunas personas inmediatamente regresan a lo que no funciona?

Hay varias explicaciones posibles para esta "adicción" a la infelicidad:

La falta de autoestima o inseguridades profundas pueden causar que algunas personas sientan que no merecen la felicidad.

Las personas que crecieron con un estilo de crianza caracterizado por una disciplina excesiva y expectativas irreales pueden haber aprendido a equiparar la infelicidad con el amor y el éxito.


SanaMente consultorio psicológico, programa tu cita al 8124327544


Batallas vitalicias contra el trauma u otras experiencias negativas podrían alimentar un deseo inconsciente de regresar continuamente al status quo de infelicidad.

Algunas personas que parecen estar cómodas con su miseria en realidad podrían estar sufriendo de un trastorno mental subyacente.

Algunas personas se enorgullecen de ser realistas, creyendo que ser prácticos o realistas también significa enfocarse en lo negativo.

Debido a decisiones o experiencias de su pasado, algunas personas están tan consumidas por la culpa o el remordimiento que no lo pueden superar. En su lugar, eligen castigarse a sí mismos y/o a los demás.

Algunas personas tienen miedo de sentir alegría ya que los sentimientos positivos podrían ser la "antesala" para la decepción.

El prospecto de ser felices provoca miedo a lo desconocido para aquellos que nunca han sentido nada más que infelicidad.

La insatisfacción se vuelve un motivador para trabajar más, cambiar de trabajo, comer más saludable, pasar más tiempo con amigos y familiares, o evitar comportamientos o situaciones indeseadas.


Algunas personas vuelven su misión personal tomar los problemas del mundo como propios. Aunque que es noble, estos individuos no pueden permitirse sentir alegría cuando hay gente muriendo de hambre o el calentamiento global está dañando al planeta.

Y luego está la teoría de que a la gente le gustan los sentimientos negativos.

Un estudio realizado por Eduardo Andrade y Joel Cohen que evaluó por qué las personas disfrutan de las películas de terror, concluyó que algunos espectadores disfrutan ser infelices.

Los investigadores encontraron que la gente experimenta emociones negativas y positivas al mismo tiempo, lo que significa que no solamente disfrutan del alivio cuando se elimina la amenaza, sino que también disfrutan estar asustados.

Argumentaron que esta misma teoría podría ayudar a explicar por qué los humanos se sienten atraídos hacia los deportes extremos y otras actividades arriesgadas que provocan terror o asco.


Características de las personas crónicamente infelices

¿Cómo saber si soy una de esas personas que viven en un estado perpetuo de infelicidad? Los adictos a la infelicidad tienden a:

Encontrar razones para estar miserables cuando la vida parece "demasiado buena."

Preferir hacerse la víctima y culpar a otros en lugar de responsabilizarse personalmente por sus elecciones.

Competir con amigos y colegas para ver quién sufre más.

Tener dificultades para establecer y cumplir metas, o, por el contrario, lograr metas solo para descubrir que no pueden disfrutar su éxito.

Tener dificultades para volver a levantarse cuando las cosas no salen a su manera.


Distraerse, escapar o lidiar con las cosas usando drogas, alcohol, sexo, comida u otros comportamientos adictivos o compulsivos.

Dejar de atender sus necesidades básicas, como seguir una dieta saludable, hacer ejercicio de forma regular y dormir adecuadamente.

Sentirse esclavizados por sus emociones o sin poder para cambiar.

Sentirse insatisfechos incluso cuando su vida va bien.

Tener relaciones dramáticas y no satisfactorias.


¿La felicidad es una elección?

Con frecuencia se dice que "la felicidad es una elección". Pero entonces, ¿por qué no es feliz la mayoría de la gente?

En mi experiencia, la felicidad es complicada. Algunas personas encuentran la felicidad incluso en situaciones que desafiarían a los más optimistas; algunas personas son infelices a pesar de tenerlo todo. Para algunos, la felicidad es pasajera y depende de sus circunstancias presentes. Y luego está el asunto de cómo deberíamos definir felicidad, ¿mediante éxito externo, satisfacción interna o algo más?

En muchos casos, podría ser cierto que la felicidad es una elección. Hasta cierto punto elegimos nuestros propios pensamientos y reacciones que impactan la manera en la que nos sentimos.


Podemos mejorar nuestro cociente de felicidad tomando medidas para cambiar nuestra manera de pensar (por ejemplo, llevar un diario de gratitud, mantenernos presentes en el momento actual, aceptar lo que es, o desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables).

Podemos percibir nuestras emociones como una señal de que algún aspecto de nuestra vida necesita un cambio para regresar a un mejor estado mental.

Pero para alrededor del 20 por ciento de los adultos estadounidenses, los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad podrían significar que la felicidad siempre esté fuera de alcance.

No eligen estar deprimidos o ansiosos; no conocen otra manera de ser. Mientras que elegir ser feliz en estos casos es más complicado que tomar la decisión de pensar positivo, hay una elección importante que sí pueden hacer: la decisión de buscar ayuda, como seguir una terapia cognitivo conductual.


La desafortunada realidad es que la mayoría de las personas crónicamente infelices se niegan a buscar ayuda. Casi la mitad de las personas con padecimientos mentales nunca buscan tratamiento. Puede ser por miedo, comodidad, falta de consciencia o cualquier otra cosa. Lo que es seguro es que la infelicidad no tiene que ser terminal. Con terapia y tratamiento, hay esperanza para que la felicidad se vuelva la norma.


SanaMente consultorio psicológico, programa tu cita al 8124327544



Comments


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page