top of page
Miguel Adrian Miranda Vega

Complejo de mártir: Personas que aprovechan el drama


Complejo de mártir

¿Qué es el complejo de mártir?

«La persona que constantemente llama la atención sobre sus desventuras y sufrimientos corre el peligro de provocarse un complejo de mártir y causar en los demás la impresión de que busca condolencia«, advertía Martin Luther King.

El complejo de mártir implica la búsqueda del sufrimiento o dolor a través de diferentes mecanismos para sentirse “bien” consigo mismo. Es un patrón de comportamiento autodestructivo que lleva a la persona a hacer todo lo posible por encontrar situaciones que puedan causarle angustia y sufrimiento.

Quien se hace el mártir suele “sacrificarse” en nombre del amor, el deber u otro valor ya que ello satisface sus necesidades psicológicas. Como resultado, sufre innecesariamente mientras ignora sus propias necesidades. A menudo esa tendencia al masoquismo le conduce a mantener relaciones abusivas o codependientes.

¿Por qué una persona querría ser un mártir?

Hay culturas, familias o grupos sociales en los que se fomenta el martirio e incluso se ve con buenos ojos a las personas dispuestas a sacrificarse y sufrir. De hecho, es el mensaje que subyace en el fondo de religiones como el Cristianismo, en el que se espera que las “buenas personas” lleven una vida marcada por el ascetismo y la penitencia.

La autoflagelación, una característica de algunas sectas paganas que fue absorbida por el Cristianismo y que se extendió a gran escala durante la segunda mitad del siglo XII, incluía todo tipo de castigos físicos, como los latigazos y los cilicios en los glúteos. Con el paso del tiempo esa práctica ha ido desapareciendo, aunque no se ha extinguido por completo y se sigue predicando la mortificación.

En ciertas culturas también se espera, por ejemplo, que la mujer asuma el papel de mártir y se sacrifique por su familia.

Quienes renuncian a sus esperanzas y sueños por los demás se consideran mujeres desinteresadas, buenas, sacrificadas, amables y dignas de ejemplo.

Estas ideas, si bien podemos combatirlas e incluso rechazarlas a nivel intelectual, todavía se encuentran muy afianzadas en el imaginario popular, por lo que no es extraño que la palabra “mártir” siga dotada de un halo positivo.

Eso significa que, en el fondo, la persona con complejo de mártir asume el papel de víctima para mejorar la imagen que tiene de sí misma. Esa persona se ve a través de los ojos de la entrega, por lo que piensa que no tiene valor intrínsecamente sino en cuanto satisface los deseos y necesidades de los demás.

En el fondo, las personas con complejo de mártir sienten que no son dignas de ser amadas, por lo que intentan “expiarse” a través de los castigos y el sufrimiento que se autoimponen.

Buscan redimirse asumiendo cargas pesadas que no les corresponden.

Generalmente se trata de personas que, por su trayectoria de vida, han asumido que sus sentmientos, emociones, ideas, necesidades e incluso su dolor no son importantes, por lo que los acallan constantemente, apagando así su propia luz. Creen que son responsables por la felicidad y el bienestar de los demás, más allá de lo que marca el sentido común.

7 Características de las personas que suelen hacerse el mártir

  1. Suelen tener como ideal a grandes personajes de la historia que se han sacrificado por los otros.

  2. Se ven a sí mismos como buenas personas, héroes o santos mientras que consideran que el resto del mundo es egoísta e insensible.

  3. Exageran su nivel de sufrimiento, privación y maltrato para parecer una víctima sacrificada. Buscan activamente la apreciación, el reconocimiento y la atención mediante sus “dramas”.

  4. Tienen una baja autoestima, no creen que sean dignos de ser amados por lo que son.

  5. Tienen un locus de control externo, por lo que culpan a los demás de sus problemas y se niegan a aceptar la responsabilidad por aquellas decisiones que les han causado dolor o sufrimiento.

  6. Les cuesta decir “no” y establecer límites, por lo que suelen caer en relaciones abusivas o, al contrario, se convierten en personas manipuladoras.

  7. No toman la iniciativa para resolver sus problemas, sino que se regodean en estos y, cuando finalmente desaparecen, buscan nuevos problemas por los cuales lamentarse.

¿Cómo lidiar con una persona que se hace el mártir?

1. Deja de aceptar favores y expresiones de sacrificio. La persona con complejo de mártir siempre buscará maneras de demostrar que es «buena» y, al mismo tiempo, creará situaciones que te hagan sentir “malo”. Para ponerle fin a ese escenario es importante que dejes de aceptar sus expresiones de esfuerzo o sacrificio ya que cuanto más le quites a un mártir, más esperará de ti y es más probable que se sienta resentido y cree un drama en el futuro.

Por supuesto, no se trata de rechazar todo lo que esa persona te ofrece ya que de esta manera se sentirá rechazada, pero debes asegurarte de que esa ayuda no suponga un sacrificio para la persona y debes trabajar para ser lo más autosuficiente posible.

2 Acéptalo, pero no satisfagas su necesidad de compasión. Si sientes lástima por el mártir, estarás alimentando su drama y su rol de víctima. Por eso es importante que, si esa persona te cuenta sus problemas con la intención de que sientas pena, le ayudes a ver la situación desde una perspectiva más objetiva evitando frases como “pobre, debes sentirte muy cansado” o “que mala suerte tienes en la vida”. Al contrario, céntrate en los resultados positivos que ha alcanzado. Cuando no le das la lástima o el tipo de simpatía que esa persona está buscando, comprenderá que no eres manipulable y dejarás de alimentar su comportamiento autodestructivo.

3 Expresa tus preocupaciones directamente. Hablar con una persona que sufre complejo de mártir suele ser difícil, pero a menudo es la única opción para mantener una relación madura. Es probable que su primera reacción sea enfadarse, negarlo todo o sentirse ofendido.

Es importante que no recurras a las recriminaciones, sino que te centres en cómo te hacen sentir sus comportamientos y que ofrezcas soluciones para mejorar la relación. Hazle saber que si estás tocando ese tema, es porque esa persona es importante para ti, pero que no estás dispuesto a seguir adelante con ese tipo de relación. Comienza reconociendo que valoras su esfuerzo, pero luego explícale cómo ese comportamiento es perjudicial para todos.

¿Cómo eliminar el complejo de mártir?

El complejo de mártir termina contaminando todas las interacciones que una persona mantiene con los demás y enturbian su papel en el mundo. Es habitual que estas personas terminen experimentando resentimiento porque no reciben todo lo que esperan de los demás. También es probable que se conviertan en personas pasivo-agresivos que terminan dañando las relaciones. ¿Cómo salir de esta situación?

  • Comprende que tienes opciones, más allá de ser un mártir. Todos queremos ser amados, aceptados y apreciados. Pero es importante lograrlo por lo que somos, de manera auténtica. Esforzarte por complacer a los demás, intentando demostrar tu valía, es agotador y no dará buenos resultados. De hecho, es importante que no confundas la pena y la piedad con el amor. Este tipo de amor no es satisfactorio porque no estás expresando quién eres, tus sentimientos y tu verdadero yo.

  • Busca un nuevo rol en la relación. Todos asumimos diferentes roles en nuestras relaciones. Algunas personas adoptan roles de autoridad, otras adoptan roles de igualdad y otras aceptan roles de sumisión. Hasta ahora tu papel ha sido el de sacrificarse, pero puedes cambiarlo y asumir roles más saludables. Sea cual sea el rol que elijas, pregúntate: ¿Es un rol saludable? ¿Estoy por encima, debajo o estoy actuando como un igual para esta persona? Lo ideal es que desempeñes roles que creen igualdad tanto para ti como para el otro.

  • Asume tus responsabilidades. Aunque a veces puede ser doloroso asumir que nos hemos equivocado y que, de cierta forma, hemos contribuido a nuestros problemas, es el primer paso para tomar las riendas de nuestra vida y dejar atrás el rol de víctima. Traza una línea entre lo que puedes cambiar y lo que no. Asume que la felicidad es una decisión personal y que está en tus manos realizar los cambios positivos para que suceda.

  • Prepárate para las reacciones de los demás. Si has mantenido relaciones en las que otros se han aprovechado de tu entrega y devoción, es probable que esas personas se sientan confundidas por tu cambio e incluso te presionen para que vuelvas a asumir el viejo rol. La mejor manera de abordar esas reacciones es hablar directamente sobre el proceso de crecimiento personal que estás experimentando.

En SanaMente te podemos ayudar con Terapia Psicologica solo llama al 8124327544 y programa tu cita

__________________________________________

Fuentes:

Johnson, P. (2017) La historia del Cristianismo. Barcelona: Sipan Barcelona Network.

Kets, M. (2012) Are You a Victim of the Victim Syndrome? Organizational Dynamics; 43(2).

Comments


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page